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Introducción a Cloud Computing

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Introducción a Cloud Computing

Por excelencia, se dice que Cloud Computing consiste en la entrega de servicios informáticos (servidores, almacenamiento, bases de datos, redes, software, inteligencia y otros) a través de Internet.  Por tanto, en este contexto, Internet llega a convertirse en el elemento primordial de cambio para operar en el modelo de computación conocido como la nube.

Sin embargo, es trascendental reconocer que el modelo de operación Cloud no es más que llevar la infraestructura local de una organización (conocido como Centro de datos o Datacenter on-premises) hacia una infraestructura provista por un tercero. Para una organización, su Datacenter local, es a fines prácticos, una nube operativa dado que siempre realiza la entrega de servicios informáticos con la diferencia de que tales servicios son entregados de manera exclusiva a un solo cliente / consumidor, ya sea que utilice una serie de redes LAN locales o una infraestructura que pase por el uso de Internet.

El objetivo de que una organización lleve su Datacenter on-premise hacia la infraestructura de un tercero es aprovechar de beneficios tanto técnicos como económicos.  Por el lado técnico, hacer uso de un centro de datos de terceros permite sacar ventaja de características de virtualización, escalabilidad, tolerancia a fallos, elasticidad y otros elementos que un proveedor Cloud puede ofrecer (porque ya tiene las tecnologías y medios implementados y disponibles para ofrecer tales servicios) y que representarían una fuerte inversión para la empresa si esta decidiere adquirir esas tecnologías y medios necesarios para contar por sí misma con dichas características: inversión financiera por la adquisición de elementos hardware y software e inversión de tiempo para configurar e implementar tales elementos.

Desde el punto de vista económico, para una organización y empresa, el principal beneficio suele ser que típicamente se paga únicamente por los servicios que son utilizados como cliente, ayudando a minimizar costos operativos, procurar el mantenimiento de una infraestructura más eficiente y escalar dicha infraestructura de acuerdo con las necesidades del negocio y sus cambios.

Vistazo al aspecto técnico.

Con un modelo de centro de datos local (on-premises), como recurso IT Ud. debe administrar y manejar todos los aspectos, desde la compra e instalación de elementos hardware, componentes de virtualización, instalación de sistemas operativos y cualquier otro software o aplicación, configurar la red, administrar firewalls e implementar medios de almacenamiento.  Todo esto sin considerar el trabajo involucrado en la gestión día a día y el mantenimiento preventivo de cada uno de estos componentes a través de su ciclo de vida.

Bajo el modelo de cloud computing es posible contar con una alternativa al modelo tradicional on-premise.  Esto debido a que un proveedor (o tercero) se ocupa y responsabiliza completamente por todo, desde la compra de hardware y software, su instalación, configuración y mantenimiento, redimiendo a que recursos IT de una organización deban efectuar estas tareas sino a monitorear el funcionamiento y uso de estos.

Al mantener una infraestructura on-premises, el recurso IT de la organización tendrá control completo del hardware y software que se implementa. Lamentablemente, debido a los procesos internos que deben gestionarse en una empresa, es común encontrar que el departamento IT realiza adquisiciones (sobre todo de hardware) pensando en la escalabilidad futura, lo cual impacta en que la organización pagará por la compra de recursos informáticos que en este momento puede no ocupar de inmediato.  Al operar con el uso de una plataforma Cloud, suele adquirirse únicamente los recursos que satisfarán las necesidades reales del momento especifico, dado que puede irse escalando y creciendo paulatinamente.

 

Vistazo al aspecto económico.

La adquisición, gestión y mantenimiento de los aspectos mencionados en la sección anterior, incluyendo tanto recursos hardware como software, impone a una organización un costo significativo conocido como una inversión o costo de capital (para la adquisición y puesta en marcha), así como un costo o gasto operativo (para ejecutar el ciclo de vida).

Al pasar al modelo de cloud computing, la organización puede darse el lujo de elegir de una amplia variedad de servicios disponibles en la plataforma del proveedor. Como organización, es posible alquilar o contratar únicamente los servicios hardware y software que realmente le son necesarios a la organización misma en el momento que le son necesarios.  De esta manera, los costos de capital se convierten en meros gastos de operación, dado que no deberán ser adquiridos por la organización, sino que simplemente procede a pagar por su uso, tal como sí se tratase del uso de telefonía o Internet.

Dado que al operar en un modelo Cloud la plataforma de la organización puede ir creciendo poco a poco (en línea con el crecimiento de la empresa misma), es factible pagar únicamente por los servicios Cloud q se están utilizando, reduciendo de esta manera los costes o gastos de operación.  En este contexto es importante tener claro que el modelo Cloud ofrece la ventaja de alquilar la potencia en procesamiento y almacenamiento que ya posee el centro de datos de un tercero.  Si en dado caso ya no es necesario utilizar todos los recursos contratados, simplemente se devuelven y, nuevamente, reducen los costos de operación.